martes, 7 de enero de 2014

PEQUEÑA REFLEXIÓN ECONÓMICA SOBRE LOS REYES MAGOS


Pasadas las fiestas suele ser hora de hacer balance y de reflexionar. Hacer todas esas listas que luego se incumplen. Yo he hecho mi particular reflexión sobre la Navidad. Y puedo avanzar ya el resultado de la misma: los Reyes Magos están destinados a desaparecer, a cerrar, a ser olvidados y arrinconados. Para llegar a esta reflexión me voy a basar tan sólo en las Ciencias Económicas. Tenemos dos empresas. Una gestionada por Santa Claus o el Papa Noel. La otra por los tres Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar. Supongamos que, a pesar de que esta última empresa tiene tres socios, se gestiona como si fuera uno solo, es decir que no hay rencillas entre los mismos y que no hay problemas en la toma de decisiones. Tampoco vamos a tener en cuenta que los Reyes Magos disponen en el momento de actuar (la noche del 5 de enero) de los resultados de Papa Noel que ha trabajado con anterioridad (la noche del 24 de diciembre), por lo que poseen una sensible ventaja competitiva al saber los resultados de la gestión de la competencia. Analicemos otros aspectos como el proceso productivo. Ahí el resultado claramente se decanta por la empresa de Papa Noel pues disponen de un complicado sistema productivo en cadena en la fabricación de los regalos. En el caso de los Reyes se desconoce cómo se produce el proceso de fabricación, tampoco dónde se sitúan sus fábricas. Sí sabemos que son magos pero tampoco conocemos cómo se desarrolla su magia y en qué media afecta al proceso productivo. Ahora veamos cómo funciona la logística, quizá el punto definitivo.  Podemos aseverar que ni el gigante de la distribución Amazon posee un sistema tan complejo y perfecto como Santa Claus, con un método que tiene como principal exponente al reno Rudolph. El Papa Noel dispone de un único vehículo tirado por renos, pero que pueden volar por lo que es más fácil y rápido llegar a cualquier punto del planeta. Por su parte los Reyes disponen de un sistema arcaico en el que a pesar de que también utilizan los motores de sangre, en este caso los camellos, éstos no vuelan, por lo que el proceso de transporte se hace harto complicado desde Oriente. Debemos suponer que este proceso se realiza en un único viaje pero la velocidad de los camellos es sensiblemente inferior a las de los renos voladores. Por todo ello podemos concluir que el negocio de los Reyes Magos está condenado al mayor de los fracasos si no se produce una reestructuración en el proceso logístico, hecho este que ya he comunicado a sus majestades a fin de mejorar sus posibilidades de competencia.

Fotografia:Wikipedia.

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